Armando Meléndez y su búsqueda del propósito de vida: “El próximo arte será totalmente digital; para ser pintor tienes que ser muy rico o que todo te valga madre”
Publicado 1 año atrás el 1 de agosto de 2021 Por Editor Web CP
Por Gabriel Ibarra Bourjac // “Para ser pintor: o tienes que ser muy rico o que te valga madre todo”. “Tienes que saber quién eres para saber qué vas a expresar”. “Finalmente, ser pintor es crear una metáfora de ti mismo. Y sólo lo creas a través que vas dando tu contenido, a pesar tuyo y te lo va marcando la vida”. Es el maestro de la plástica Armando Meléndez, artista, intelectual, agudo, profundo, conceptuoso, que habla en forma abierta del arte, de su camino por la vida, de la búsqueda así mismo. Armando no quería ser arquitecto, quería ser pintor. Pero traía la brújula extraviada, como nos pasa a muchos y finalmente encontró lo que denomina su propósito de vida, expresa nuestro personaje de hoy entrevistado por Conciencia Pública. Y eso sucedió en 1981 cuando se integró al taller del pintor Pierre Alechinsky en la Académie Francaise des Beaux arts en París. En esa época estudiaba arquitectura en el Iteso, después de haberse inscrito en la facultad de medicina de la Universidad Autónoma de Guadalajara. MEDICINA, ARQUITECTURA, PINTOR… Hace unas semanas tuve la oportunidad de entrevistar al maestro Armando Meléndez, nacido en Torreón en 1954, pero fue el destino lo trajo a Guadalajara, sin tener claro qué sería de su vida, ya que antes de decidir por la plástica como su vocación de vida, estudio un año medicina en la Universidad Autónoma de Guadalajara y después decidió cambiarse al Iteso para estudiar arquitectura. “Estuve un año en la UAG, saqué 97 de promedio. Me dio por ser médico porque siempre veía a mi madre embarazada, de allí me nace por ser doctor”, recuerda con la sonrisa dibujada en el rostro. “En esa época traía la presión de mi papá del título, logré obtenerlo, finalmente la carrera de arquitectura me sirvió y me dio sentido de estructura, finalmente tu auto expresión hay que salvar porque de joven te la tapan tus padres, de adulto y casado te la tapa la familia y ya más adulto se hace presente las ganas de la tragadera”. Armando antes de ser inscrito en la UAG vivía en Nueva York donde realizó los estudios de High School”. Antes de convertirse en famoso y dedicarse de lleno a la pintura, Armando ejerció la arquitectura -trabajó con el arquitecto Alejandro Zohn 1930-2000- y fue fundador del restaurante Piaf, famoso por su cocina francesa y que hizo época. En esos años, es cuando se empieza a expresar la obra del pintor, se abría espacios para dar rienda a su vocación, combinando su actividad de restaurantero con su pintura, haciendo viajes a París. IBA CORRIÉNDOLE A SU PADRE Confiesa que el salir de Torreón fue para estar fuera del dominio de su papá, con quien no se entendía. “Yo iba corriéndole a mi papá que era brutal, de chavito me daba por dibujar, mi papá quería que fuera ingeniero (…) Él tenía un hermano artista, Javier Meléndez, es escultor del Grupo Alfa (trabaja para Vitro y también es arquitecto), por cierto, muy exitoso”. “Hace 40 años Torreón era un rancho. Y de Torreón me fui a estudiar a Nueva York. Tenía 16 años. A la primera casa que llegué, la señora era voluntaria del Museo Metropolitan y me llevó a conocerlo. Vivíamos en un pueblito llamado Long Island y de pronto estpoy en Manhattan, imagínate, una cultura ambulante, me meto al museo y me encuentro la obra de Willem De Kooning (pintor neerlandés nacionalizado estadounidense, exponente del expresionismo abstracto) y me impresiona su obra”. LA VALORACIÓN DEL ARTE EN JALISCO ¿Qué tanto se valora la obra en la ciudad? “Hay gente que le sabe mucho. Por lo mismo del aislamiento, la gente ha tenido la posibilidad de abrir otras puertas y no andar atrás del público, la gente ha tenido la posibilidad de tener más tiempo, es un oficio contemplativo, de convivir. No dejo de ser arquitecto, cuando haces un cemento, es esto, es muy matérico, son pinturas complicadas, de transportar, de hacer, de secar, pueden tardar hasta 4 años en secar. Tienes que saber cómo agarrarlo, es complicado, son técnicas complicadas, es complicada la recepción. Es valor y precio, qué tanto y qué valor le das, ahí está, es toda la diferencia”. Tu obra es arte abstracto… “Sí. No cuentas una historia, o no cuentas solamente una historia, el arte abstracto es un diálogo en el mejor de los casos entre quien lo compra y el que hizo la obra, le puedes dar tu interpretación, allá otra, creo que es más democrático pero es más complicado, porque he hecho algunas cosas figurativas, siempre tiendo al color, aún en mis cuadros más abstractos, todo lo empiezo con la figura, luego los abstraigo, porque así me formé. Me propuse publicar una obra diaria de mis diarios de mis reflexiones, mis piensos, sobre cómo he vivido el COVID”. HARÁN UN LIBRO SOBRE EL COVID ¿Cómo has vivido el Covid? “Muy padre, yo ya estaba encerrado, me la paso pintando, me la paso encerrado pintado. Llevo 3 años encerrado, sigo encerrado. Pinto 12 horas, en mi casa ya no caben las obras, cada día agarro un diario para el COVID, me comprometí junto con una amiga de Nueva York, de las propuestas de lo que el COVID ha hecho, vamos a hacer un libro, porque cada artista ha vivido esto, me invitaron a intervenir una máscara en Grecia, muchos artistas internacionales lo hicieron, esta cosa es un museo en Atenas, tienes que intervenir la máscara con una obra tuya. Sé hacer abstracto, el que es buen perico donde quiera es verde”. ¿Has hecho exposiciones en México? “Sí, he hecho exposiciones, unas sesenta o setenta, tengo tiempo que no lo hago porque se nos atravesó todo esto. Tenía una exposición en Colima, una enorme exposición en la Universidad de Colima, se pospuso por el COVID, lo vamos a retomar, la estoy coordinando con Felipe Covarrubias. Ahí van los planes de poner una exposición grande. Mi última exposición fue en República Dominicana donde tengo una residencia artística. Los artistas te mandan la residencia, pasas 3 meses en un país, pintas, te exponen, yo expuse en Nueva York. A mí me ofrecen una en San Petersburgo, pero es noviembre, está muy en corto, necesito estar aquí para mis hijos, trataré de negociar que sea otra fecha. Muchos de los métodos de mis amigos de Nueva York es porque se van de residencia artística”. ¿Cuál es la diferencia entre ser o no ser? “La diferencia es el talento, es mejor no tenerlo. El compromiso que tienes con esto es de por vida, nunca aprendes lo suficiente, la vida es muy corta para decir algo en pintura, la pintura es enorme, tienes que estar metiéndote en problemas para encontrar nuevas respuestas, nuevas preguntas, porque no te puedes quedar con las viejas preguntas, te vuelves muy predecible, te vas repitiendo, tienes que tener la voluntad de perderte, de poder volver a preguntar qué estás haciendo con tu vida, en lo que haces te conviertes, el asunto con la pintura es que tienes no nada más crear una imagen apetecible, no buscar venderla, sino comprometerte con tu oficio. Van Gogh es el mejor ejemplo, está cercano a la paz interna y de ahí a la felicidad, cuando tienes un propósito, la pintura es una gran meditación, nunca acabas de meditar”. Es una gran satisfacción de armonía cuando terminas una obra… “Claro, y muchas veces yo reedito, veo cuadros y digo este está medio flojo, lo saco, lo vuelvo a echar, la insatisfacción se da, son etapas, en un momento te gustó, luego dices que chingadera hice, lo vuelves a reeditar. Yo pude ir a París, a China, ir y venir, dejar el ITESO y regresar, ahorita ya no puedes hacer nada, casarme, divorciarme, armar un desmadre, volver a estructurarme, ahorita pobres niños, yo tuve el privilegio de poder reeditarme y seguir haciéndolo desde un oficio que me apasiona. “PICASO DIBUJABA DIVINO” A Dios rogando y con el mazo dando… “Claro, que bonita frase y Picasso no era malo, es un cabrón, pero dibujaba divino, le entendía al color, a la forma, le dio cinco vueltas a todos los demás, le dijo a la humanidad el arte va para acá, un talento desmesurado. Pero si no lo usas, es peligroso tener talento”. Músculo que no se usa, músculo que se atrofia… “Exacto, el talento dado en el pintor lo hace huevón, porque cuando no lo tienes, eres más aguerrido, te brota de donde no sabes, porque finalmente todos nacemos igual. Hay quienes dibujan hermoso, pero están en el café hablando de la inmortalidad del cangrejo, la neta es que esto requiere de una entrega, la pintura es muy celosa, sí te queda en tu cabeza que hay que mover acá, pero la vida te lo acomoda”. ¿Cuál es el grado de satisfacción que tienes? “Con mi pintura, muy alto. Del uno al diez, un nueve. Yo siempre le tiré a vivir fuera de México, pero aquí tengo mis hijos, con eso me doy, mis hijos también son parte de mi obra, creo que la más importante, sí me requieren ahorita. Ninguno tiene inclinación por el arte, dos son financieros, uno es abogado, pero sí son sensibles al arte porque crecieron entre papás artistas. Lo admiro y creo que Van Gogh es un gran taquillero, hay otros con una sensibilidad, pero está muy comprometido y muy loco. Los cuadros son como pequeños atrapa sueños de los pintores que se van colgando en lugares donde de pronto la vida te sorprende, son como pequeñas cosas que están fuera de ti”. ¿Cuáles son los costos de las obras? “El precio es un problema, es un mercado muy pequeño, mis coleccionistas me han comprado a 17 mil dólares, ya no me puedo bajar. Vino mi hijo con una carpeta mía que quería vender, quería hacer un remate, pero no me pude dar a entender cómo está bien el rollo, sí llegas a un límite. También es un logro, tienes que resolver tu materialidad, porque tienes compromisos, pagar esto, pagar aquello, ya será mi problema si uso el dinero de mi abuela para gastarlo en esto, el tener dinero con ser talentoso no está peleado, conozco pintores muy ricos, con grandes herencias, también conozco gente muy desposeída y muy talentosos, es parte de la riqueza humana. Estás aquí para poder aprender a estar en paz y convivir contigo mismo, con tus herramientas, con los talentos que tienes, si los traes nada más alzados, el arte es para que lo contemplen, qué me gano teniéndolos guardados en mi casa, nada”. VIENE EL ARTE DIGITAL ¿Qué viene en el futuro? “Tengo que hacer lo de la Ciudad de México, lo de Colima, estoy haciendo la edición del libro. El próximo arte será totalmente digital, el arte del futuro es que vas a comprar un link, una pantalla, ya hay galerías en Nueva York que son puras pantallas, lo original es que compras el link. Que crudeza, ya no tienes lo físico, es un link, que es nomás tuyo, eso lo estamos editando, algo de mi obra en eso, es lo que viene, tienes que pensar. Seguiré pintando, pero tienes que meterte a eso”. ¿Y la obra física dónde queda? “Es que trae una cosa que le dice Utility, un mercado nuevo, ya no existirá esto, pero no creo que deje de existir, tienes que jugar en las dos canchas. Si ya tienes la obra, es acuñar, está interesante, hay cambios, todo va por esta cosa. Ya hay una galería en Nueva York que son puras pantallas, te venden un dígito con 40 números, eres el único dueño de ese link, es lo que va a estar, no sabes qué maravillas, pero también qué basuras hay, está interesante, una tecnología carísima, que le debo meter, es como acuñar monedas. Ya en China, París, Nueva York, incluso en Ciudad de México ya hay esta obra. Acaban de comprarle a un cuate 69 millones de dólares con un cuerpo de 200 obras, un chavito de 23 años, es lo que viene. Este mercado en los países de tercer mundo no lo ves tanto, pero estos movimientos económicos fuertes los ves en París, China, Hong Kong, donde chavitos de 23 años ya traen millones de dólares en la bolsa”. La cultura de la exposición será diferente… “Será diferente, en América Latina no creo verlo, pero en Ciudad de México ya existe. El arte seguirá existiendo, pero los chavitos sobre todo, son lo que traen 150 millones de dólares con esto”. ¿Ganará el arte con esto? “Sí, es como todo, es un mercado donde hay que buscar el nicho de oportunidad, hay que buscar qué flexibilidad tienes tú como pintor, qué tan abierto estás al cambio. A mí me encanta la idea, pero he hablado con gente que dice que no, el coleccionista dice que no, pero en una pantalla de televisión se ve mejor, con filtros, pero es lo nuevo que viene. Yo aún no lo acabo de entender bien, la tecnología va rapidísimo”, puntualizó.
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